Tenemos el imaginario acerca de que la familia funcional es la que carece de problemas, y no es tal, pues la funcionalidad familiar se basa en la capacidad de resolver la adversidad y salir avante en función del desarrollo psicoafectivo de todos sus integrantes.

Vamos en busca de la felicidad creyendo poderla encontrar fuera de nosotros, en el dinero, amigos, pareja... es cierto que esto es importante pero no suficiente.

Pregúntate ¿hace cuánto no sueñas? ¿Cuándo fue la última vez que te emocionaste soñando? ¿Alguien castró tu capacidad de soñar? Tal vez hoy, haces parte del sueño de otros, o envidias lo que otros si se han atrevido hacer, y es acá donde aparece la frase ¿por qué ellos sí pudieron?

¿Qué necesitas para conseguir lo que deseas? Piensa desde lo más simple a lo más complejo: bajar de peso, hacer ejercicio, leer más, ser un mejor planificador del tiempo, emprender una idea de negocio, o lo que sea que quieras, lo puedes conseguir.

Después de haber trabajado exitosamente tus miedos, puedes estar seguro de poder identificar los miedos de tus hijos, proyectando acciones, que desde el amor y el acompañamiento de forma gradual y sistemática se logrará su eliminación.

¿Cómo ser más conscientes de nuestras palabras, para que nuestras acciones generen menos dolor en otros y en nosotros mismos?

Te invito a que recuerdes algunos de tus proyectos aplazados

Orientación profesional y/o vocacional

Cuatro recursos que integran la felicidad